lunes, 17 de marzo de 2008

Aún recuerdo

Aún recuerdo el poema que Dámaso Alonso dedicó a su madre. A pesar de los años y las arrugas, del reuma que hincha y deforma las manos, del cansancio, a pesar de todo, el poeta veía a su madre como una candorosa joven.
Según creo, el poeta ya no era un niño cuando escribió aquellos hermoso versos. Tendría la edad suficiente para admitir la realidad y, aun así, superarla con amor e imaginación, también con la suficiente ingenuidad.
Tú eres todavía un pequeña niña; cuatro años tan solo. Y por eso, hay realidades que no existen para ti; no existen porque tú no quieres. No necesitas imaginación. Tus propios ojo modelan sueños reales: tu madre y tu padre son casi unos niños, unos chicos más bien; nuca admitirías que tus abuelso son viejos: las arrugas que otros ven en sus rostros deben de ser para ti pasajeros frunces de ceño.
Sin embargo, irás creciendo y tus ojos verán con mayor profundidad y osadía. Pero no perderás. No puedes dejarte perder. ¡Has de ganar con amor e imaginación! Si quieres, también con un poco de ingenuidad.
Mi padre me escribió esto hace unos años...
Hoy, me apetecía recordarlo...

viernes, 30 de noviembre de 2007

La pesadilla Real


Este mundo da asco. No, no quiero decir otro topicazo más de los que estamos acostumbrados. De esos que luego ponen un teléfono debajo para que hagamos alarde de nuestra solidaridad rascándonos el bolsillo. O de esos que soltamos en conversaciones de listillos haciendo un balance del mundo en el que vivimos y de lo poco que hacemos. O esos en forma de reproche maternal que todas nuestras progenitoras nos han espetado alguna vez cuando la sopa se enfriaba en el plato, “y pensar que otros se mueren de hambre…”.

No, hoy no quiero palabras vacías sin pensamientos detrás que hagan de colchón. No, hoy no quiero palabras sin actos. No, hoy no quiero palabras sin recordar que verdaderamente soy insignificante. No, hoy no quiero palabras sin remordimientos. No, hoy no quiero palabras aparentes. No, hoy no quiero palabras que cuenten lo mismo de siempre. No, hoy no quiero palabras que relaten la miseria del mundo sin más. No, hoy no quiero palabras que nos ofrezcan datos vacíos sobre muertos de hambre. No, hoy no quiero historias cargadas de tragedia que tengan el único objetivo de contarlo.

No, hoy no quiero.

Y mientras, el mundo sigue dando mucho asco.


sábado, 24 de noviembre de 2007

Qué gustito, qué placer...

"Qué gustito, qué placer, estar en la cocina...". No, no os equivoqueis, esto no es un blog de cocina. Es un blog de pizquitas. Solo eso. Solo y exclusivamente eso.

La gran idea se me ocurrió en el último viaje de autobús que hice hace ya casi un mes. Entre cabezada y cabezada contra el más que golpeado cristal del autobús, y entre babilla y babilla que el dulce sueño me hacía derramar, ¡caí en la cuenta!

Todos somos pizquitas de cosas. Sí, pizquitas de ideas, pensamientos, convinciones. Pizquitas que nos van dejando las personas que pasan por nuestro lado. Pizquitas de todo lo que hemos visto, sentido, olido, palpado, saboreado... En definitiva, todos nos conformamos de miles de pizquitas y eso es lo que somos: un montón de pizquitas.

Con una de sal y otra de azúcar, todos estaríamos listos y preparados para ser degustados... ¡Buen provecho!